El domingo por la noche, en TVE, emitieron la película argentina
Lugares Comunes, que trata de un profesor de literatura al que el estado jubila en contra de su voluntad. De pronto, el protagonista, encuentra que su existencia tiene poco sentido (y si no fuera por el amor que tiene a su mujer, seguro que hubiera dicho 'ninguno') ya que ésta giraba en torno a su profesión.
La película me llega en buen momento: en plenos exámenes, época de sacrificios.
-¿Damos una vuelta?
-No, que tengo que estudiar
-¡Pero si llevas ya todo el día! ¿no crees que es suficiente por hoy?
-No. Cuanto más avance hoy, menos tendré que hacer mañana...-miento; si me sobra tiempo repaso una y otra vez hasta que llega el dia D.
¿Y ese tiempo, que empleo en estudiar, está realmente bien empleado? Me gusta pensar que sí pero siempre me queda la duda. La vida no es solo estudiar, me dicen muchos. Y tienen razón, pero en esta vida,
hay un tiempo para cada cosa.
Pensaba yo en todo esto, cuando me encuentro casualmente a un amigo en la calle que me cuenta que su tía está en el hospital, en coma. Tiene la cadera hecha añicos, varias fracturas y contusiones graves y fracturas importantes en el cráneo que hacen pensar que, si se llega a recuperar, no va a quedar mentalmente sana, por no hablar de su estado físico. 26 años, dos carreras. La atropelló el lunes por la mañana uno que volvía medio borracho después de la noche de marcha, quien además, se dió a la fuga.
No sé qué decir, qué pensar, qué escribir.