miércoles, enero 12, 2005

'Espíritu de geometría'

El invitado especial de hoy es Don Fernándo Lázaro Carreter.

En diciembre estuve leyendo, por influencia de Raquel (aunque había oído del libro...creo que en realidad nunca lo hubiera leído), la parte dos de El dardo en la Palabra y al llegar a este artículo me acordé de mi queridos compañer@s de clase y de otros tantos que estudiaron conmigo y ahora están en ciencias.

Viene a decir lo que ya todos hemos comprobado, quizás más los de letras que los de ciencias: ambas ramas están más que ligadas ;) y una no es mejor que otra (eso lo digo yo!)

Os dejo con las letras del zaragozano:

¿Podríamos hablar sin la geometría? Se nos cuela por todas las costuras del idioma, sin casi darnos cuenta. Inevitablemente, los políticos y los medios de comunicación, aliados en la locuela (que parece diminutivo de loca, pero es sólo pariente de locución). Apenas a los chicos vascos o equivalentes les da por travesear algo, salen con eso de que “va en aumento la espiral de violencia”. Nunca es una recta pujante o un zigzag que, a sacudidas, trepa como la fiebre de un colérico: es una espiral, sin excepción imaginable.

Se trata de una metáfora perfectamente válida, idiomáticamente bella, esta de la violencia vista como un tornado que se empina vertiginoso hacia arriba girando alrededor de un punto. Lástima que no sea invención nuestra: hace mucho que la conoce el inglés. Y lo malo que tiene es la asiduidad en los medios, proclives a las frases hechas, tanto de la violencia como de su dichosa espiral; cuesta reconocer talento en quienes se mueven por el papel o las ondas agarrados a tales lianas. Bastaría decir que aumenta o crece la violencia, pero ese aumento, dicho así, parece sin alma, y, sobre todo, es ajeno al dialecto que muchos comunicadores emplean para dirigirse al público.

Pascal afirmaba de los geómetras –él lo era, y genial- que “son rudos e insoportables”, y escaseaban los que, además, poseían “espirit de finesse”. Gran razón la de tan enérgicos adjetivos si se aplican a los repetidores de la metáfora espiralina, cuyo forjador la creó con un golpe de ingenio sin sospechar que estaba fabricando una muleta para que cientos de informadores renqueen con ella por la prosa.

La aportación de tropos geométricos al caudal de las lenguas ha sido desde antiguo muy considerable: la nuestra, en el lenguaje del amor, cuenta , por ejemplo, con el triágulo; los narradores eróticos de principios de este siglo –en donde, pese al estruendo del milenio, vamos a permanecer aun todo el año 2000- llamaban horizontales a las damas de cama fácil. Hay gentes que todo lo ven bajo un prisma; Galdós los llamaba prismáticos. Por los años cincuenta, señoritos y señoritas mutuamente condignos fumaban cilindrines mientras castigaban la pepsi con el gin, y se dedicaban a tumbar la aguja de sus lentos bólidos por la carretera. El mundo social ha entrado a saco en el sacro recinto de Euclides; contamos con círculos de labradores, de bellas letras, aristocráticos, de fumadores: la tira. Existen altas esferas, los sectores afectados, los polígonos de desarrollo y las curvas de crecimiento. En las demandas salariales, se pueden a lo yanqui aumentos lineales (para todos); por lo contrario, el también yanqui puntual es lo que afecta solo a algo en concreto; se habla de la pirámide de edades; se ven las cosas desde un determinado ángulo; el Congreso se deja de asuntos centrales- la formación humanística, por ejemplo- y se sale por la tangente. Un juez –salvo excepciones- es recto, y su trayectoria, por tanto, rectilínea; pero hay ocasiones en que se pasa de la raya (¡qué cruz!). pero no por eso deja la Tierra de girar alrededor de su eje y del Pentágono, cuyo radio de acción ya está llegando a Marte.

Frente a la espiral, la recta; mientras aquélla se vuelve y revuelve sin saber hasta dónde, la recta lleva como una sombra el adjetivo final. Cuando falta ya poco para que algo acabe (el curso, un partido de fútbol, un proceso...), dicen de ese algo que ha entrado en su recta final. Se trata de otra estampación ligüística de percalina. Con es plantilla, desaparecen cien variaciones posibles para decir lo mismo, pero la jerga profesional político-mediática, esa santa alianza, impone el bordoncillo hasta producir bascas. ¿Y si el final termina en curva? Lo normal es que sean rectilíneos los metros últimos que han de recorrer compitiendo los semovientes de sangre o de hidrocarburo. Pero, por ejemplo, el remate de un curso escolar suele estar lleno de sobresalto, y alumnos hay que lo recorren por sinuosidades: ni locos dirán que el curso está en su recta final, cuando muchos han de seguir corriendo durante el verano. Otro tropicazo geométrico de los que manan a cada momento por altavoces caseros y columnas de papel.

Nuestros indefectibles amigos los cronistas del deporte han lanzado no hace mucho otro en verdad útil: cuando, por ejemplo, un chavea de quince años muestra habilidad sobresalinte con el esférico en sus pies, se asegura de él que tiene una inmensa proyección, no es que su sombra se alargue por el campo, sino que lleva un carrerón: podrá integrarse pronto en esos conjuntos de millonarios que, miércoles tras sábados y domingos, cambian el pantalón largo por el corto, y encienden pasiones por los estadios. Sus bardos –son muchos- prefieren proyección a ‘futuro’ o ‘porvenir’ porque, claro es, tal nombre está más cerca del inglés projection.

Y, dentro de ese gremio y de ese espíritu de rudeza –según el diagnóstico de Pascal-, figuran entre los geómetras de esparto unos cuantos preciosos ridículos que, cuando un jugador cae, pierde la verticalidad; a no ser que, después de haber sido empujado y trompicado, se quede en pie: entonces no ha perdido la verticalidad. Ni Paravicino en plena hoguera barroca hubiera segregado joya semejante.

Pero hay otra grey, la que envía publicidad por fax -¿para cuándo una ley que, como en otras partes, la prohíba?-, que no conviene perder de vista por lo innovadora. Me faxea una empresa dedicada a adaptar “las nuevas herramientas de márketing al segmento de jóvenes”. Hace tiempo que no presenciaba tantas cornadas juntas a la lengua española. Los adolescentes son para tal empresa teens, como en Texas; suman nueve millones y medio, según su cómputo, y constituyen ‘el target más potente en cuando a números[sic] y poder de compra’. Son ellos quienes definen lo que es cool y lo que es out; de ahí la necesidad de que un marketing directo, one-to-one y de cross promotions con tan apetitosos compradores, puesto que, hablando a lo geométrico, constituyen un segmento muy gordo de la población.

Día tras día se informa de cómo, por costas canarias o andaluzas, han sido aprehendidos unos cuantos desventurados a quienes el hambre ha lanzado al mar. Pero sin necesidad de patera, van penetrando en el lenguaje público mensajes que corroen nuestro idioma, es decir, nuestro ser. Nadie reacciona; Francia hizo un intento de poner frontera al suyo; y algo ha conseguido. Sería un espectáculo interesante ver a nuestros diputados discutiendo un proyecto de ley similar, aunque fuera más tímido.

-.-

''Espíritu de geometría''
El nuevo dardo en la palabra. Pags 61-64

6 Comments:

At 13/1/05 14:43, Blogger Deckard said...

Siempre me han encantado los estudios sobre nuestra lengua, que muestran lo maravillosa que es, pero también los problemas con los que se enfrenta.

Lo único que espero es que no hayas tenido que copiar toda esta parrafada palabra a palabra :-)

Besos

 
At 13/1/05 15:12, Blogger Carol said...

Me sorprendes! es verdad que copié palabra por palabra pero, sinceramente, creo que pocos lo leerán completo jeje.
A mi tambien me encantan las cosas del lenguaje :):)

 
At 13/1/05 16:33, Blogger Deckard said...

Si te gustan estas cosas: ¿en qué se parece un geranio, el queso gruyer y el pedigrí?

http://www.elcastellano.org/parent01.html

 
At 13/1/05 19:00, Blogger Carol said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

 
At 13/1/05 19:03, Blogger Carol said...

¡Que todas esas palabras se formaron a partir de un sonido onomatopéyico! (eso, despues de leer a Navarro [¿por qué me suena tanto?])
Gracias, me encantan las etimologías.

 
At 16/1/05 05:01, Blogger Raquel said...

como ya sabes, ahora no sólo recomiendo mi querido "dardo en la palabra" por el cual david casi me nombre "dardera mayor" sino también este nuevo ya que me lo trajo Papa Noel, reconciliandome consigo :P

muy buen artículo, no había pasado todavía por él. gracias por ahorrarme unas cuantas páginas.

besos!!

 

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